Los investigadores han descubierto que los desechos de plástico engañan a los peces emitiendo un olor similar al de sus alimentos. Hasta ahora, los científicos pensaban que los peces tragaban plástico por accidente. Pero un estudio publicado por la revista Royal Society Publishing acaba de poner fin a esta creencia, los peces serían engañados por el olor a plástico colonizado por algas y bacterias, y se lo tragaron voluntariamente. Los científicos estudiaron las reacciones de una escuela de anchoas, en contacto con piezas limpias de plástico y restos cubiertos de algas. Luego, los científicos descubrieron que los peces se precipitaban sobre el plástico de los océanos.
Un resultado alarmante
Según los investigadores, es “la primera evidencia experimental de que las anchoas adultas usan olores para buscar alimento”. Estos resultados muestran que la “firma química” de los residuos de plástico en el mar hace que la escuela de anchoa busque alimentos. El plástico no se puede derrumbar, pero en el océano se descompone en pequeñas partículas del tamaño del plancton que comen los peces. Los desechos se acumularán con el tiempo en el sistema digestivo de los peces, que ya no podrán alimentarse adecuadamente y finalmente morirán. ¡Esta ingestión de plástico no solo es mortal para los peces, sino también peligrosa para toda la cadena alimenticia y, por lo tanto, para los humanos!