Estar discapacitado no significa que no puedas disfrutar de la vida o estar activo. Hay varias actividades a su disposición y una de ellas es el buceo. Este deporte es ahora más accesible desde la firma de un acuerdo, en 2011, entre la Federación Francesa de Estudios y Deportes Subacuáticos FFESSM y la Federación Francesa de Deportes Subacuáticos FFH, luego, en 2012, entre la FFESSM y la Federación Francesa de Deportes Adaptados FFSA.
El buceo, de hecho, es muy beneficioso para las personas con discapacidad y les ayuda mucho, especialmente en el manejo del estrés, superándose a sí mismo, generando conexión social, fomentando la autoestima, entre otras cosas.
Prerrequisito
Ante todo, el Buzo con discapacidad PESH debe traer un certificado médico que acredite que no hay contraindicación, menos de un año antes de la fecha de inicio de la inmersión. El perfil del médico lo establece la federación.
Hay dos niveles de buceo:
familiarizarse con el medio acuático, el buceo, el equipo y las señales de comunicación con total seguridad. El buceo en la piscina es un paso obligatorio antes de entrar en el entorno natural.
Una vez que se ha completado la iniciación de la piscina, el buceador puede continuar con el increíble descubrimiento del fondo marino. La profundidad de la inmersión es, sin embargo, limitada y varía según el nivel del buceador.
En función de sus resultados, tendrá acceso a cuatro licencias:
• PESH1: zona de evolución hasta 6 m de profundidad
• PESH2: zona de evolución hasta 12m de profundidad
• PESH3: zona de evolución hasta 20m de profundidad
• PESH4: zona de evolución hasta 40m de profundidad
Los buceadores con una discapacidad mental, cognitiva o mental no pueden, sin embargo, descender por debajo de los seis metros.
Instructores adaptados
Además de su formación inicial, los instructores de buceo reciben cursos para entrenar el PESH según el grado de discapacidad: moderada EH1 o mayor EH2. Durante este curso, los supervisores no necesariamente tienen cursos médicos específicos. El objetivo es facilitar la recepción de la PESH teniendo en cuenta muchos parámetros: comunicación, transferencia, todo ello teniendo en cuenta el principio “la discapacidad es soluble en agua”
El perfil moderado EH1 o mayor EH2 se decide después de la validación de las pruebas de determinación del grado de handicap para el buceo. Si la prueba tiene éxito, el buceador será considerado una persona con discapacidad moderada y será supervisado por un EH1
y utilizará equipos personalizados.
No hay necesidad de equipo especial, pero se recomienda encarecidamente comprar trajes a medida adaptados a la discapacidad de cada uno. No obstante, algunas herramientas pueden ser útiles en algunos casos.
El scooter subacuático facilita sobre todo a las personas con discapacidades físicas, el moverse en el agua. El principio es simple, el dispositivo “palm” en lugar del buceador. El buceador ahorra más energía. Sin embargo, este dispositivo no es adecuado para principiantes. También es importante estar atento a su mantenimiento, ya que una avería lejos de la zona de seguridad puede ser peligrosa.
Palmas para manos para buceadores con grandes discapacidades: Las aletas mejoran la posición horizontal del buceador cuando se mueve y protegen sus pies que permanecen pasivos. El uso de guantes y aletas también desempeña un papel específico en la protección de la piel de las personas con deficiencias sensoriales.