Aquí es una historia que hará las delicias de los amantes del buceo y de los aficionados a la historia.
Astillero y lanzamiento del barco
En diciembre de 1938, Hitler acompañado por el Mariscal Goering, el Gran Almirante Raeder, y una procesión de un centenar de invitados, visitaron el astillero de Kiel, donde fue lanzado el primer portaviones del ejército alemán: el Graf Zeppelin. Este gigante de los mares 272 metros de largo el barco se deslizó por el agua mientras que miles de espectadores aplaudieron.
El faillido portaviones aleman
Los mes siguientes, el Graf Zeppelin se mantuvo al muelle esperando pacientemente que todas las superestructuras y las armas fueron instalados. En septiembre de 1939, Alemania fue a la guerra y el barco aún no está operativo. El Reich decidió rápidamente de dar prioridad a la construcción de submarinos para consolidar en el mar el “muro del Atlántico” fortificación costera diseñado para prevenir de los ataques enemigos. El Graf Zeppelin fue trasladó a Gdynia Polonia para evitar futuras bombardeo aéreo británico. Se utilizó el portaaviones como almacén de equipos militares por seis años. El portaviones todavia no habia sido completado.
Hundido luego rescatado
El 27 de abril de 1945, el Graf Zeppelin fue hundido por los alemanes para evitar que caiga en los manos del ejército ruso. Descubieron el barco medio sumergido y decidieron ponerlo de nuevo a flote. 4 meses después, la nave se declaró en condiciones de navegar y desapareció del radar. Muchos rumores circularon sobre el barco, algunos pensaban que esta en servicio en la Armada Soviética y los demás que se había hundido en el mar después de golpear una mina.
¿Dónde ha ido el Graf Zeppelin?
El enigma se resolvió sólo en 2006, después del descubrimiento de un enorme barco por una empresa petrolera fuera de Wladyslawowo Polonia. Marina polaca organizó una expedición de buceo para identificar el buque y un robot submarino confirmó que era el Graf Zeppelin. Hoy en día sólo unos pocos buceadores tecnicos especializados en inmersiones difíciles y arriesgadas tuvieron la suerte de aventurarse en el barco que descansa por 90 metros de profundidad. Además de la gran profundidad, la visibilidad es muy mala entre 1 y 5 metros y el agua esta extremadamente frío 4°. Este barco, por su gigantismo y su trágica historia todavía fascina y fascinara para siempre los amantes del océano.