Un descubrimiento sorprendente fue sacado a la luz por tres jóvenes investigadores del Instituto de Tecnología de California. Un día, mientras tenían un café, se preguntaron si las medusas podían dormir como seres humanos?
Los seres humanos no son las únicas criaturas en la tierra capaces de dormir: mamíferos, peces y algunos insectos como las moscas necesitan descanso. El sueño tiene funciones muy importantes en el reino animal porque permite descansar el sistema nervioso central y conservar su energía. Hasta ahora, el sueño era considerado un ejercicio puramente cerebral que requería un cerebro. Las medusas Cassiopea tienen sólo una pequeña red difusa de células nerviosas distribuidas sobre todos sus cuerpos. Sin embargo, el estudio muestra que estas especies de medusas también necesitan dormir!
Cassiopea, una pequeña medusa
Esta especie de medusas vive en aguas tropicales pocas profundas del Pacífico y del Atlántico occidental. Los especímenes miden sólo 2,5 centímetros de diámetro y tienen la curiosa peculiaridad de evolucionar con los tentáculos hacia arriba.
Experimentos extensivos
Para ser considerados en estado de sueño, los experimentos deben validar tres criterios importantes:
CRITERIO 1
Períodos de actividad disminuida conocidos como quiescencia conductual.
La prueba: Rápidamente notaron que las medusas estaban experimentando inactividad nocturna con un 30% menos de energía para impulsarse que durante el día.
CRITERIO 2
Una disminución en la respuesta a los estímulos.
La prueba: Instalada en plataformas extraíbles, las medusas a veces tardaban cinco segundos en despertar y reorientarse cuando se quitaba la plataforma.
CRITERIO 3
Un aumento en el sueño después de ser privado de sueño.
La prueba: privados de sueño durante la noche, las medusas eran más propensos a dormir durante el día con una notable disminución de la actividad.
Los diferentes experimentos de nuestros tres jóvenes investigadores sobre medusas han confirmado su teoría. Este descubrimiento es extraordinario en sí mismo porque pone de relieve el primer caso de sueño en animales sin cerebro. Esto podría llevar a pensar que todas las criaturas de nuestro planeta tienen una “necesidad” hereditaria para dormir. Las medusas colonizaron los mares durante millones de años, más que cualquier otra criatura conocida. Estos resultados plantean nuevas preguntas sobre el origen y el propósito del sueño.